Mentiroso

El Presupuesto Nacional, es una lista -una hoja de Excel en 2021-, de gastos con sus respectivas fuentes de financiamiento que son el ingreso por impuestos y tasas que cobra el Estado, no es una piñata llena de billetes, como lo interpreta el sindicalista socialista. En el enlace, se puede consultar las subastas de títulos de deuda que realiza el Ministerio de Hacienda, para obtener los fondos del Presupuesto que corresponden a la deuda interna. El dinero no cae del cielo, se obtiene por el cobro de impuestos o por el endeudamiento interno o externo. -Alguien que se lo explique al promotor de pensionados de lujo-.

El registro del Presupuesto en la Caja Única del Estado es registrada como un pasivo. De acuerdo como el Estado va recuperando impuestos y los fondos que obtiene mediante las subastas o las compras y renovaciones directas que hacen entidades, va girando los recursos a las instituciones.

A una entidad se le asigna un Presupuesto de ¢1,000 millones por el año siguiente, en enero le giran ¢100 mills, en febrero ¢75 mills. y así sucesivamente. Al final de año, de su Presupuesto inicial de ¢1,000 mills. solo recibió ¢800 millones, significa que tuvo un superávit de ¢200 millones, no los gastó porque nunca los recibió en efectivo, lo que recibió fue un papel en el que se le comunicó que su Presupuesto anual era ¢1,000 millones y en efectivo solo recibió ¢800 mills.

El Superávit específico es el asignado a partidas o gastos que no se pudo pagar dentro del período fiscal, una escuela que no ha sido recibida en su totalidad por falta de revisión, un producto que fue comprado pero que no no fue recibido en su totalidad, ese gasto se debe pasar al Presupuesto del año siguiente e incluir el ingreso asignado para el mismo, como fuente de financiamiento o ingreso en el año siguiente.

La Ley determina que los gastos que no se pagaron en un período y que son compromisos se deben trasladar al Presupuesto del año siguiente y en el mismo se debe anotar la fuente de financiamiento que había sido autorizada en el período en el que no se pudo efectuar su pago.

Esos dineros que las entidades puede ser que no hayan recibido o que van a cancelar el año siguiente, son los que el sindicalista socialista propone utilizar en vez del préstamo real y fresco que puede realizar el FMI.